miércoles, 3 de agosto de 2016
Charrada del Herrero
(Galinduste)
Tres días tuvo el herrero,
a la herrera sin comer,
y el herrero la decía
como no comes, mujer.
Cómo quieres que yo coma
con las tundas que me metes.
Y el herrero la decía:
porque tú me comprometes.
Ni que vengas a la una,
ni que vengas a las dos,
no viniendo tu borracho
lo mismo te quiero yo,
lo mismo te quiero yo,
lo mismo te he de querer.
Ni que vengas a la una,
ni que vengas a las tres.
Cómo quieres que te quiera
si siempre me estás pegando
como si mi fuera
hecho de piedra de mármol.
Ni que vengas a la una,
ni que vengas a las dos,
no viniendo tu borracho
lo mismo te quiero yo,
lo mismo te quiero yo,
lo mismo te he de querer.
Ni que vengas a la una,
ni que vengas a las tres.
Me llamaste tú atrevido
porque entré por tu ventana.
Más atrevido fue el otro
que entró contigo en la cama.
Ni que vengas a la una,
ni que vengas a las dos,
no viniendo tu borracho
lo mismo te quiero yo,
lo mismo te quiero yo,
lo mismo te he de querer.
Ni que vengas a la una,
ni que vengas a las tres.
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