Es un indicador bastante acertado
en todos los pueblos, la manera en que estos viven y practican su religión, o
sus creencias en algo superior y sobrenatural, a la hora, sobre todo de
interpretar su idiosincrasia y su forma de ser.
La religión encierra valores tales como el significado de nuestra vida, del mundo terrenal, responde a preguntas inerentes al ser humano. La manera en que cada pueblo se apropia de estos dogmas y los aplica en su vida, la forma en que expresa su concepción de esta serie de valores nos muestra una radiografía casi exacta de éste. Hay pocas variables tan fiables en la antropología como el uso y expresión de la religión.
En las gentes de la Meseta es característica común la aparición de manifestaciones religiosas cargadas de austeridad y misticismo casi "teresiano", solemnes, crudas, sobrecogedoras en su dimensión aterradora. En Castilla y León (y en Salamanca, por tanto) llama la atención el apego al rito y al dogma, más allá de la propia religiosidad. La devoción y la fe se viven con un halo tenebrista de respeto, con una ortodoxia emblemática. Nada parecida, como tantas veces se ha subrayado, a la catarsis explosiva y la algarabía con que la vive el pueblo andaluz, o a la informal forma de expresión de los pueblos mediterraneos.
La religión encierra valores tales como el significado de nuestra vida, del mundo terrenal, responde a preguntas inerentes al ser humano. La manera en que cada pueblo se apropia de estos dogmas y los aplica en su vida, la forma en que expresa su concepción de esta serie de valores nos muestra una radiografía casi exacta de éste. Hay pocas variables tan fiables en la antropología como el uso y expresión de la religión.
En las gentes de la Meseta es característica común la aparición de manifestaciones religiosas cargadas de austeridad y misticismo casi "teresiano", solemnes, crudas, sobrecogedoras en su dimensión aterradora. En Castilla y León (y en Salamanca, por tanto) llama la atención el apego al rito y al dogma, más allá de la propia religiosidad. La devoción y la fe se viven con un halo tenebrista de respeto, con una ortodoxia emblemática. Nada parecida, como tantas veces se ha subrayado, a la catarsis explosiva y la algarabía con que la vive el pueblo andaluz, o a la informal forma de expresión de los pueblos mediterraneos.
He aquí ofertorios, salmos, rogativas, melodías procesionales, exaltación de Santos y Vírgenes, tradiciones extintas. Religión.
HIMNO A
NUESTRA SEÑORA DE LA VEGA
Patrona
de Salamanca y su Tierra
Música
de D. Aníbal Sánchez Fraile y Letra de
D. Felicísimo Martín.
CORO:
Abre, Madre, tus brazos al pueblo que a Ti llega
En dulce servidumbre de esclavitud de
amor.
Salamanca te aclama ¡oh Virgen de la
Vega!
Sus vidas te ofrecen, sus almas te
entregan,
Es tu gloria su gloria y es el tuyo su
honor.
ESTROFAS:
Fuiste humilde y piadosa, prudente, casta y pura
Y Dios, al contemplarte se enamoró de
ti.
Yo quiero que mi vida refleje tu
hermosura
y anhelo que mi alma, de tu favor
segura,
imite tus virtudes y te halles junto a
mí.
Tu nombre es ambrosía de labios
infantiles
que te dan en sus besos su gracia y su
candor.
Es tu nombre poema de sueños juveniles
y es la rosa encendida de divinos
pensiles
donde
vierte su llanto, contrito, el pecador.
Eres rico tesoro, soberana grandeza
del pobre y del humilde que llega a tu
mansión
y con gesto de ruda, castellana
franqueza,
de rodillas postrado, te ofrece,
cuando reza,
la joya inmaculada de un puro corazón.
Tu amor es luz que inflama los
cristianos hogares
y florece en las aulas de mi
Universidad;
e lumina los templos de dorados
altares;
y brilla en los palacios de piedras
seculares
y en la hoguera de oro que es mi vieja
ciudad
Te canta el sabio austero que en sus
libros se afana
y el juicioso estudiante que aprende
su saber
y
el monje con sus rezos al toque de campana:
y el labriego creyente que surca su
besana
y
el obrero en el duro trabajo del taller.
A tus plantas se postra la madre
dolorida
y el marcial caballero que marcha a
pelear;
y te invoca el enfermo que intuye su
partida;
y el santo sacerdote que busca en Ti
la vida
que tus brazos sostienen como en cuna
y en altar.
¡ Oh, Virgen de la Vega! En la vida y
la muerte
Salamanca es tu trono, tu templo y tu
heredad.
Para que nunca deje de ser tu pecho
fuerte.
¡Para que cifren siempre sus glorias
en quererte,
bendice hoy a tus hijos, bendice a tu
ciudad!
EL RAMO
Para tejer el cordón
a Dios le
pedirnos gracia
al Auditorio silencio
y a la Virgen alabanzas
Para tejer el cordón
te pedimos Rey del Cielo
que nos des tu protección
para salir con acierto
El cordón ya está tejido
y ahora para destejerlo
le pedimos la licencia
al Cristo del Humilladero
Hemos tejido el cordón
a porfía y a placer
y para más agradaros
lo volvemos a destejer
Agustín García. Gaita,
tamboril y castañuelas.
Gabriel Calvo. Voz.
LA ADORACIÓN DE LOS REYES
Desde el Oriente al Poniente
junto al reino de Levante
caminan tres Reyes Magos
para ver al Tierno Infante.
Si vinieran los Tres Reyes
al niño adorar, déjalo llevar
con incienso, oro y mirra,
que al niño le dan,
déjalo llevar.
A uno le llaman Melchor,
a otro le llaman Gaspar
y al más chiquito de ellos,
lo llaman Baltasar.
Lo
llamar Baltasar.
Tres Reyes Magos van a Belén,
guiados por una estrella.
Vámonos todos tras ella,
seremos Reyes también.
Jesús ángel Martínez. Guitarra española.
José Luís Huete. Castañuelas.
Gabriel Calvo. Voz y
percusión
ALBORADA DE RESURRECCIÓN
Quita ese manto de luto
Virgen piadosa
que resucitó Cristo,
Madre amorosa, Señora
que tú solita eres la Aurora
que a los cielos y tierras
enamoras
que, por ser reina, todos te
adoran
Quita ese manto de luto,
ponte el de alegría,
que el que murió en el madero
resucitó al tercer día,
Señora
que tu solita eres la Aurora
que a los cielos y tierras
enamoras.
Que, por ser reina, todos te
adoran.
Nosotras figuramos las
tres Marías
las que te acompañaron los
tres días
Señora...
-¿Quién es eso caballero
que viene por los laureles?.-
Es el hijo de María
que en busca de su madre viene.
Si a su madre va buscando,
por esta calle venía,
las tres Marías con ella,
dándole la bienvenida.
A LA VIRGEN DE LA ERMITA
A la Virgen de la ermita,
¡Ay! Que turun
tun tún
tengo ofrecida una vela
¡Ay! Que turun tun tún
para que me traiga sano,
¡Ay! Que turun tun tún
al hijo que esta en la guerra
¡Ay! Que turun tun tún
cuando paso por la Peña
Y miro para el altar
¡Ay! Virgencita morena,
me dan ganas de rezar.
A la Virgen de la Ermita
le tengo prometido
darle un bonito regalo
y que me de un buen marido.
Canción de Marzas
Y Al señor mayordomo pido licencia
para cantar las Marzas
a la su puerta
Venturoso diez veces
el que de niño
lleva el yugo sagrado
de Jesucristo
Pido licencia, licencia pido
para cantar las marzas al Santo Niño
Pasacalles del Mariquelo
Ya venimos a buscarlo al ver al tamborilero,
que por subirse a la torre
le llaman El Mariquelo
La Víspera de Los Santos
nos manda la tradición,
que vayamos a rondarla
y a darle la bendición.
El año cincuenta y cinco
y en el siglo dieciocho
en Lisboa se origina
un terrible terremoto
Pero Dios que nos protege
con toda divinidad
solo un susto nos ha dado
que vamos a recordar.
Se subirá a la gran bola
que sustenta la veleta
y tocará una charrada
que a to los Santos alegra
Durante un cuarto de hora
su tamboril sonará
Al Señor le da las gracias
con toda su voluntad
Y con su gaita y su porra
y su tamboril colgando
se bajará de la torre
pues le estamos esperando
La Virgen de la Peña de
Francia
A la hora de los maitines
durmiose en Frnacia Simón
y al terminar los latines
oyó está divina voz:
"No te duermas Simón Vela
mi imagen está escondida
en una peña lejana
y tú debes descubrirla"
Siete años tardó
el buen fraile
la peña en hallar
pero al fin, quiso Dios
que en España la fuese a encontrar.
Por ser tú pecho tan
blanco A la hora de los maitines
durmiose en Frnacia Simón
y al terminar los latines
oyó está divina voz:
"No te duermas Simón Vela
mi imagen está escondida
en una peña lejana
y tú debes descubrirla"
Siete años tardó
el buen fraile
la peña en hallar
pero al fin, quiso Dios
que en España la fuese a encontrar.
te llaman la de la Peña
y siendo de Salamanca
el nombre de Francia llevas
A tu peña he de subir
clavel de la tierra charra
Pues no me quiero morir
sin verte otra vez la cara
Agua pedimos Señora
(Villares de la Reina)
(Villares de la Reina)
Agua pedimos Señora
que corra por los caminos
que dicen los labradores
que se le secan los trigos.
San Isidro labrador
sacó agua de una peña
sácala tú, Gran Señora
para segar nuestras tierras.
Danos Tú, agua, Señora
aunque no la merezcamos,
que si por merecer fuera
ni la tierra que pisamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario