jueves, 4 de agosto de 2016

CANCIONES RELIGIOSAS


Es un indicador bastante acertado en todos los pueblos, la manera en que estos viven y practican su religión, o sus creencias en algo superior y sobrenatural, a la hora, sobre todo de interpretar su idiosincrasia y su forma de ser.
La religión encierra valores tales como el significado de nuestra vida, del mundo terrenal, responde a preguntas inerentes al ser humano. La manera en que cada pueblo se apropia de estos dogmas y los aplica en su vida, la forma en que expresa su concepción de esta serie de valores nos muestra una radiografía casi exacta de éste. Hay pocas variables tan fiables en la antropología como el uso y expresión de la religión.
En las gentes de la Meseta es característica común la aparición de manifestaciones religiosas cargadas de austeridad y misticismo casi "teresiano", solemnes, crudas, sobrecogedoras en su dimensión aterradora. En Castilla y León (y en Salamanca, por tanto) llama la atención el apego al rito y al dogma, más allá de la propia religiosidad. La devoción y la fe se viven con un halo tenebrista de respeto, con una ortodoxia emblemática. Nada parecida, como tantas veces se ha subrayado, a la catarsis explosiva y la algarabía con que la vive el pueblo andaluz, o a la informal forma de expresión de los pueblos mediterraneos.
Recogemos aquí las formas musicales de manifestar la fe en la provincia de Salamana, una tierra hilvanada de norte a sur por la Ruta de la Plata, es decir, el Camino Mozárabe de Santiago. Una provincia que al exteriorizar su religiosidad no puede esconder el haber sido un cruce de caminos, un mosaico multicultural, una tierra de nadie colonizada por pioneros de las más diversas procedencias. Incluyendo a judíos sefarditas, y a cristianos mozárabes.
He aquí ofertorios, salmos, rogativas, melodías procesionales, exaltación de Santos y Vírgenes, tradiciones extintas. Religión. 

HIMNO A NUESTRA SEÑORA DE LA VEGA
Patrona de Salamanca y su Tierra
Música de D. Aníbal Sánchez  Fraile y Letra de D. Felicísimo Martín.

CORO:

Abre, Madre, tus brazos al pueblo que a Ti llega

En dulce servidumbre de esclavitud de amor.
Salamanca te aclama ¡oh Virgen de la Vega!
Sus vidas te ofrecen, sus almas te entregan,
Es tu gloria su gloria y es el tuyo su honor.

ESTROFAS:

Fuiste humilde y piadosa, prudente, casta y pura

Y Dios, al contemplarte se enamoró de ti.
Yo quiero que mi vida refleje tu hermosura
y anhelo que mi alma, de tu favor segura,
imite tus virtudes y te halles junto a mí. 

Tu nombre es ambrosía de labios infantiles
que te dan en sus besos su gracia y su candor.
Es tu nombre poema de sueños juveniles
y es la rosa encendida de divinos pensiles
 donde  vierte su llanto, contrito, el pecador.

Eres rico tesoro, soberana grandeza
del pobre y del humilde que llega a tu mansión
y con gesto de ruda, castellana franqueza,
de rodillas postrado, te ofrece, cuando reza,
la joya inmaculada de  un puro corazón.

Tu amor es luz que inflama los cristianos hogares
y florece en las aulas de mi Universidad;
e lumina los templos de dorados altares;
y brilla en los palacios de piedras seculares
y en la hoguera de oro que es mi vieja ciudad
Te canta el sabio austero que en sus libros se afana
y el juicioso estudiante que aprende su saber
y  el monje con sus rezos al toque de campana:
y el labriego creyente que surca su besana 
y  el obrero en el duro trabajo del taller. 

A tus plantas se postra la madre dolorida
y el marcial caballero que marcha a pelear;
y te invoca el enfermo que intuye su partida;
y el santo sacerdote que busca en Ti la vida
que tus brazos sostienen como en cuna y en altar. 

¡ Oh, Virgen de la Vega! En la vida y la muerte
Salamanca es tu trono, tu templo y tu heredad.
Para que nunca deje de ser tu pecho fuerte.
¡Para que cifren siempre sus glorias en quererte,
bendice hoy a tus hijos, bendice a tu ciudad!


EL RAMO


Para tejer el cordón
a Dios le pedirnos gracia
al Auditorio silencio
y a la Virgen alabanzas

Para tejer el cordón
te pedimos Rey del Cielo
que nos des tu protección
para salir con acierto

El cordón ya está tejido
y ahora para destejerlo
le pedimos la licencia
al Cristo del Humilladero

Hemos tejido el cordón
a porfía y a placer
y para más agradaros
lo volvemos a destejer


Agustín García. Gaita, tamboril y castañuelas.
Gabriel Calvo. Voz.
  


LA ADORACIÓN DE LOS REYES

Desde el Oriente al Poniente
junto al reino de Levante
caminan  tres Reyes Magos
 para ver al Tierno Infante.

Si vinieran los Tres Reyes
al niño adorar, déjalo llevar
con incienso, oro y mirra,
que al niño le dan,
déjalo llevar.
A uno le llaman Melchor,
a otro le llaman Gaspar
y al más chiquito de ellos,
lo llaman Baltasar.
        Lo llamar Baltasar.

Tres Reyes Magos van a Belén,
guiados por una estrella.
Vámonos todos tras ella,
seremos Reyes también.


Jesús ángel Martínez. Guitarra española.
José Luís Huete. Castañuelas.
Gabriel Calvo. Voz y percusión

  

ALBORADA DE RESURRECCIÓN

Quita ese manto de luto
Virgen piadosa
que resucitó Cristo,
Madre amorosa, Señora
que tú solita eres la Aurora
que a los cielos y tierras enamoras
que, por ser reina, todos te adoran

Quita ese manto de luto,
ponte el de alegría,
que el que murió en el madero
resucitó al tercer día, Señora    
que tu solita eres la Aurora
que a los cielos y tierras enamoras.
Que, por ser reina, todos te adoran.
Nosotras figuramos las tres Marías
las que te acompañaron los tres días
Señora...  

-¿Quién es eso caballero
que viene por los laureles?.-
Es el hijo de María
que en busca de su madre viene.
Si a su madre va buscando,
por esta calle venía,
las tres Marías con ella,
dándole la bienvenida.


A LA VIRGEN DE LA ERMITA

A la Virgen de la ermita,
¡Ay! Que turun  tun tún
tengo ofrecida una vela
¡Ay! Que turun tun tún
para que me traiga sano,
¡Ay! Que turun tun tún
al hijo que esta en la guerra
¡Ay! Que turun tun tún
cuando paso por la Peña
Y miro para el altar
¡Ay! Virgencita morena,
me dan ganas de rezar.

A la Virgen de la Ermita
le tengo prometido
darle un bonito regalo
y que me de un buen marido.

Canción de Marzas
               Y Al señor mayordomo
               pido licencia
               para cantar las Marzas
               a la su puerta
               Venturoso diez veces
                el que de niño
               lleva el yugo sagrado
              de Jesucristo
               Pido licencia, licencia pido
               para cantar las marzas al Santo Niño

Pasacalles del Mariquelo

            Ya venimos a buscarlo
            al ver al tamborilero,
            que por subirse a la torre
            le llaman El Mariquelo
         La Víspera de Los Santos
         nos manda la tradición,
         que vayamos a rondarla
         y a darle la bendición.

         El año cincuenta y cinco
         y en el siglo dieciocho
         en Lisboa se origina
         un terrible terremoto

         Pero Dios que nos protege
        con toda divinidad
        solo un susto nos ha dado
        que vamos a recordar.

        Se subirá a la gran bola
        que sustenta la veleta
        y tocará una charrada
        que a to los Santos alegra

        Durante un cuarto de hora
        su tamboril sonará
        Al Señor le da las gracias
        con toda su voluntad

        Y con su gaita y su porra
        y su tamboril colgando
        se bajará de la torre 

 pues le estamos esperando 


La Virgen de la Peña de Francia
   
        A la hora de los maitines
        durmiose en Frnacia Simón
        y al terminar los latines
        oyó está divina voz:
        "No te duermas Simón Vela
        mi imagen está escondida
        en una peña lejana
        y tú debes descubrirla"
 
        Siete años tardó
        el buen fraile
        la peña en hallar
        pero al fin, quiso Dios
        que en España la fuese a encontrar.
        Por ser tú pecho tan blanco
        te llaman la de la Peña
        y siendo de Salamanca
        el nombre de Francia llevas
 
        A tu peña he de subir
        clavel de la tierra charra
        Pues no me quiero morir
        sin verte otra vez la cara



Agua pedimos Señora
           
(Villares de la Reina)
        
Agua pedimos Señora
        que corra por los caminos
        que dicen los labradores
        que se le secan los trigos.
        San Isidro labrador
        sacó agua de una peña
        sácala tú, Gran Señora
        para segar nuestras tierras.
        Danos Tú, agua, Señora
        aunque no la merezcamos,
        que si por merecer fuera
ni la tierra que pisamos. 


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